Descubre cómo iniciaron las carreteras en México, desde los caminos prehispánicos hasta las autopistas modernas. VISE, más de 60 años construyendo los caminos que mueven a México.
Cuando todo empezó: los primeros trazos del progreso
Las carreteras mexicanas tienen una historia que se entrelaza con la del propio país. Antes de que existieran los motores y las carreteras de pavimento flexible y pavimento rígido, ya había caminos que conectaban civilizaciones. Las rutas prehispánicas —como los caminos del imperio mexica y los senderos mayas—fueron las primeras arterias del territorio, construidas con piedra y tierra compactada, y mantenidas por manos que entendían que moverse era progresar.
Con el virreinato, estos senderos se transformaron en caminos reales, que unían los grandes centros mineros con la Ciudad de México. El Camino Real de Tierra Adentro, que iba hasta Santa Fe, Nuevo México, hoy es Patrimonio Cultural de la Humanidad: más de 2,600 km que simbolizan el origen de la infraestructura vial en México.
El siglo XX: cuando México se pavimentó hacia el futuro
La revolución vial mexicana inició en 1925 con la creación de la Comisión Nacional de Caminos, que marcó el comienzo de una planeación moderna de infraestructura. En 1931 se inauguró la Carretera México–Puebla, una de las primeras rutas asfaltadas del país. Poco después, la Carretera Panamericana (1936) conectó México de norte a sur, y en las décadas siguientes surgieron las grandes autopistas que transformaron la movilidad nacional.
Cada kilómetro construido fue un paso hacia la modernidad, impulsado por ingenieros y trabajadores que hicieron posible que México siguiera avanzando.
Hoy, las carreteras mexicanas ya no solo buscan conectar distancias, sino hacerlo con tecnología, sostenibilidad y seguridad. el futuro de la infraestructura vial apunta hacia una movilidad más eficiente y responsable con el entorno.
Desde hace más de 60 años, VISE ha sido parte de esa evolución. Nuestros proyectos conectan regiones, impulsan economías y transforman comunidades. Porque sabemos que detrás de cada kilómetro hay historia, innovación y personas comprometidas con un mismo propósito:
construir los caminos que mueven a México.
Todo es posible.
Descubre cómo construimos el futuro de México. Conoce nuestros proyectos



